Como ya anunciamos hace varios días, el próximo viernes, acompañaremos musicalmente junto a la escolanía "Nuestro Padre Jesús de las Penas" el Via Crucis extraordinario del Santísimo Cristo del Soberano Poder. Para este Via Crucis de carácter extraordinario tenemos una gran novedad musical, ya que estrenaremos el trío "Jesús ante Caifás" del compositor y musicólogo Francisco de Asís Manzanero Osuna. Pasamos a describir la obra en palabras del propio compositor.
La obra trata
de describir el pasaje de la Pasión en el que Jesús es conducido hasta el Sumo
Sacerdote, Caifás, para ser juzgado. Para ello se recurre a una estructura
propia de la obertura barroca francesa,
en tres movimientos.
El primero de
ellos, en compás binario muy lento (Grave) y en la tonalidad de do menor, describe cómo Jesús es
conducido, preso, hasta la casa de Caifás. El compás binario y el tema
marcadamente rítmico y homofónico,
como de marcha, reflejan los pasos de Cristo, al principio rotundos en dinámica
forte, pero siempre dramáticos, por
el tono menor, pues Jesús sabe a lo que está comenzando su Pasión. Hacia el
compás 5, sin embargo, se alcanza la tonalidad de Mib Mayor, que trata de
exponer la advocación del Soberano Poder, a la que va dedicada, reforzada por
la dominante secundaria del compás 7,
que nos lleva hacia la dominante
(sol) y con ello a la re-exposición de todo el breve movimiento, esta vez en
matiz piano y en registro grave del
oboe y el clarinete, con un carácter más introspectivo. Se finaliza todo con
una cadencia auténtica, símbolo de la fuerza de Cristo en su propia palabra
reveladora del mensaje de divino. Otros elementos descriptivos de este
movimiento son: por una parte los motivos de cuarta descendente (fórmula de lamento en el Barroco) por parte del
fagot, que refuerzan el dramatismo, si bien se ven compensados por otros
iguales pero ascendentes, símbolo del Soberano Poder de Cristo; y por otra, los
motivos de tresillos de semicorcheas
que progresivamente van inundando la línea del oboe y que luego se van
contagiando en el clarinete y sólo al final en el fagot. Éstos tratan de
exponer cómo San Pedro, temeroso, trata de seguir a Cristo.
El segundo
movimiento, Andante assai dolente, en fa
menor, trata de exponer el juicio sumarísimo al que fue sometido Jesús por
parte del Sanedrín. Para ello se recurre al contrapunto imitativo, mediante un largo canon en el
que los tres instrumentos se van imitando en entradas sucesivas de las mismas
frases musicales, como si los allí presentes preguntaran una y otra vez a
Cristo, buscando respuestas blasfemas, con argumentos reiterativos.
Especialmente significativa es la frase inicial que, con un arpegio descendente
seguido de un motivo de semicorcheas, enunciada por el Sumo Pontífice Caifas:
“¿Eres Tú el Cristo, el Hijo de Dios Bendito?” y que entona el oboe, siendo
luego repetida por los sanedritas
(clarinete y fagot). Ésta y el resto de frases interrogativas se van
produciendo en una progresión
continuamente modulante en quintas,
reflejo de la tensión del momento del juicio. El momento culminante llega
cuando la frase inicial es repetida en la tonalidad de Lab Mayor (enarmónica de sol#,
hacia donde nos ha conducido la modulación
en quintas), a modo de exclamación,
con la que se procede a re-exponer el tema inicial, pasando por las tonalidades
de Mib Mayor y sib menor. A esto le sucede un estrecho
ya en la tonalidad inicial, con el que se insiste definitivamente en la
pregunta. Finalmente Jesús, con una textura
homofónica en la que todos los instrumentos exponen la frase inicial,
sentencia con una cadencia auténtica:
“Yo soy”.
El tercer
movimiento, 1º Tempo, como es típico en las oberturas que se sirven de referencia formal, es una re-exposición
del primero, pero variada a partir del 7º compás. Para ello se recurre a un
movimiento cromático descendente del
oboe, contrastado con uno igualmente cromático
pero ascendente del fagot. Con ello se trata de expresar cómo Cristo es ahora
conducido hacia el Pretorio, para ser de nuevo juzgado por Pilato. Esta variación final, que se cierra con una coda mediante cadencia plagal, aumenta el dolor de la Pasión de Cristo que cada
vez se está haciendo más intenso, augurándose así el Sacrificio en la Cruz.
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